La Ingeniería Sanitaria, creada en el año 1937 mediante Ley N° 8439 denominada Escalafón Sanitario, contribuye a resolver los problemas de los servicios públicos básicos como el agua potable y alcantarillado, porque estos actúan como un factor determinante en la prevención de la salud pública, y contribuyen a mejorar la calidad de vida de la población.

La carrera de Ingeniería Sanitaria tiene aplicación fundamental en el sector saneamiento, porque se debe atender los requerimientos de la población en los servicios de agua potable, alcantarillado sanitario, tratamiento de aguas residuales, recolección y disposición de los residuos sólidos, saneamiento, salud ambiental, y en la gestión de las empresas que administran estos servicios.

En las últimas décadas, debido al crecimiento económico del país, la Ingeniería Sanitaria ha asumido el reto de ampliar la cobertura de los servicios de agua, saneamiento y salud ambiental, por ello el país requiere de profesionales capaces de gestionar proyectos de infraestructura sanitaria.

La formación tiene una sólida base teórica práctica, se pone al servicio de los estudiantes el Laboratorio de Investigación de Aguas, Laboratorio de Medidores, y un moderno Laboratorio de Investigación Ambiental con equipamiento de última generación; además, se cuenta con el único Centro de Investigación de Tratamiento de Aguas Residuales (CITRAR) a nivel nacional.

El egresado de la especialidad de Ingeniería Sanitaria se puede desarrollar profesionalmente en las siguientes líneas de carrera: ingeniería de recursos hídricos para abastecimiento de agua, de aguas residuales y drenaje pluvial, de tratamiento de aguas, de instalaciones sanitarias en edificaciones, y de residuos sólidos.

El egresado de Ingeniería Sanitaria integra grupos multidisciplinarios para trabajar en todas las regiones del país, y su desempeño está comprometido con el desarrollo del país, promoviendo una sociedad equitativa, justa y con crecimiento sostenible.